martes, 3 de abril de 2018

ASENTAMIENTOS

Unas 2.500 personas viven en asentamientos chabolistas en la provincia de Huelva durante la campaña de la recogida de la fresa (de febrero a junio). Un gran porcentaje de estas personas, casi 1.000 se quedan todo el año en esas condiciones, según Cáritas. Lo muestra en un mapa, en el que tiene localizados los asentamientos en municipios que tienen en común vivir de la agricultura relacionada con la fresa, y que en algunos lugares, como Lucena del Puerto, se localizan en medio del campo, mientras que en Lepe algunos de estos asentamientos están a menos de 500 metros del casco urbano.
A pesar de que en 2014 se alcanzó un acuerdo entre administraciones para erradicar los asentamientos antes de 2020, estos no han dejado de crecer. Y hay casos realmente llamativos, como el que se ha ido levantando junto al cementerio de Lepe, que de unas pocas chabolas hace ocho años ha pasado a ser una pequeña ciudad de cartón y plásticos que no para de crecer.
ONGs como Cáritas y organizaciones como Cruz Roja se han propuesto, al menos, intentar solucionar el día a día de las personas que viven en los campamentos. Su último informe al respecto es demoledor, y calcula las 2.500 personas citadas durante la recogida de la fresa. Un número mayor al de la población de muchos pequeños municipios de la misma provincia.
En la actualidad, hay localizados en torno a 30 asentamientos permanentes, según Cáritas, que se ubican en zonas de cultivo de frutos rojos o cítricos como municipios del Condado Occidental (Moguer, Lucena del Puerto, Bonares, Palos y Mazagón) y de la Costa (Lepe).
Más allá de la cifra voluble, que desciende cuando acaba la campaña fresera, lo que más preocupa a Cáritas son las 800 personas que han hecho de estas chabolas sus viviendas permanentes. Además de que el perfil ha ido cambiando. Los que se encuentran en los asentamientos chabolistas son en su mayoría inmigrantes subsaharianos, aunque desde hace unos años ha aumentado el número de familias procedentes de Europa del Este y Marruecos. Hay mujeres, y también se han localizado menores de edad.